jueves, 26 de mayo de 2022

Anhelo de amor (musica?)

 En la falda de la loma

me recuesto y me acurruco,

 la caricia del viento

es tu caricia mi amor.


La majestuosa montaña

me abraza con devoción

Y es ese abrazo, ese beso

con que sueño yo de ti.


Todo lo que ella me ofrece,

 con tu amor yo lo comparo

ese a qué tanto aspiro,

anhelo de mi pasión.


Se que llegará ese día

en que te fijes en mi,

y en la falda de la loma,

honraremos este amor.


Mariella Bobadilla Pichardo

Derechos reservados.

Las manos de mi madre

 

Las manos de mi madre

son florecillas tiernas

que perfuman de amores

mi vida y mi razón.


Las manos de mi madre

que guiaron mi sino,

mis luchas intestinas, 

mis victorias más ciertas


Las manos de mi madre

que añoro cada día,

que busco entre mis sueños.

y ello encuentro paz.


Las manos de mi madre

tan ciertas, tan serenas,

tan sabías y tan firmes,

reinas de mi calma son.


El perfume perenne,

la caricia sublime,

la inextinguible guía 

desde la eternidad.


Mariella Bobadilla Pichardo/2019

Derechos reservados

martes, 24 de mayo de 2022

Solo tu mirada

 Con una mirada un beso,

con un beso el corazón,

ese que en gran embeleso 

te ofrece todo su amor.


Que sin pedir nada a cambio

te ofrece todo su ardor,

ardor que cuál ola se alza

para morir en tu arena.


Déjame andar tus caminos,

como cosa del destino

como un suave escalofrío 

como un ardiente rubor.


Y te daré un arcoíris

las luces del universo,

que alumbrarán tu sendero

en un incendio voraz.


Mariella Bobadilla Pichardo

Derechos Reservados.

A Sarah Lucia (mi nieta)

 


La espere con ansias

entre bocanadas de humo.

Llegó serena, hermosa,

vestida de azul y rosa.


Busque su carita esperada,

no sin cierto temor de que me extrañara,

pero me miro fijamente

con esos ojos de Luna llena,

tan parecidos a los de mi madre,

enormes, expresivos, plenos!


Entonces, me dedico una sonrisa,

una sonrisa que emuló el paraíso, 

como si me conociera de siempre,

y se encendieron todas las estrellas,

en aquella lluviosa noche de aeropuerto.


Y lloré, lloré en mis adentros al estrecharla,

tan menuda, tan pequeñita, tan cierta,

lloré en mis adentros mi ventura,

y en ese instante confirmé que existe Dios!


Mariella Bobadilla Pichardo/2013

Derechos reservados.

Cansancio


Las horas pasan silentes

La vida tranquila duerme

mientras yo entre humo y pasos

agoto mi larga espera.


Esta noche el corazón 

no deja en paz la cabeza,

que incontrolable a sus anchas

se la pasa piensa y piensa.


El amor, virtud perfecta,

razón que mueve la tierra,

se encarna en la humanidad

y pierde toda su fuerza.


La debilidad del hombre

responde a sólo provecho,

así el amor se acomoda

sumisamente a los hechos.


Agoniza el corazón 

en esta noche desierta,

cansado esta de razones,

hastiado de conveniencias.


Mariella Bobadilla Pichardo 

Derechos reservados.

SER

Particula soy de la vida
con poder de razonar,
ave libre, fuertes alas
son este don de pensar.

Volar de fuera hacia dentro,
de dentro afuera volar,
porque soy eso, una esencia
que se permite idear.

Volatil chispa que expande
mi cuerpo etéreo mental,
sobrepasa las fronteras
cuando vuelvo a razonar.

A veces creo que es locura
este poder vislumbrar,
percepcion de nuevas formas
que no se pueden tocar.

Efervescencia tan mía
que me obliga a caminar,
espacios no descubiertos,
mundos por analizar.

Pero es tan grato a mi alma
poderme desintegrar,
en enérgicas partículas
de ideas y levedad.

Instinto e impulso de escape
de material realidad,
es el mejor privilegio
con que se puede contar.

Nadar en mis pensamientos,
escurrirme allí y flotar,
estoy segura, no hay nada,
que se pueda comparar!

Evaporar la conciencia
de la materia es llegar,
a lógica de misterios
al concepto, a la verdad!

La creación no surgió
de pesado material,
si no que fue de la idea
expresada en voluntad,
del álito del divino
que es principio y es final.

Pensando yo he descubierto
que esta forma de sentir,
es de la divinidad el latir
en la hondura de mi misma,
enseñándome a volar!

M. Bobadilla Pichardo