Momento Intimo
Con el brioso tropel
de indómitos deseos
la arboleda de la piel
erguida se despierta,
En la hondura sublime
el sentimiento gime
y la voluntad herida,
jadeante, se desarma.
La sangre compelida
por incontrolable impulso fluye,
y todo es rubor, es palpitar..
en cada palmo o recóndito lugar
Como henchido de si mismo
el corazón se agita, canta,
trémulo de generosidad
vibra, se desnuda, se desborda.
Y al fin se rinde ante la calma
con que el alma pretende perpetuar,
cual intima reverencia,
cada latido de mágico placer!
Mariella Bobadilla Pichardo/89
Derechos Reservados. de indómitos deseos
la arboleda de la piel
erguida se despierta,
En la hondura sublime
el sentimiento gime
y la voluntad herida,
jadeante, se desarma.
La sangre compelida
por incontrolable impulso fluye,
y todo es rubor, es palpitar..
en cada palmo o recóndito lugar
Como henchido de si mismo
el corazón se agita, canta,
trémulo de generosidad
se desnuda, se desborda.
Y al fin se rinde ante la calma
con que el alma pretende perpetuar,
en intima reverencia,
cada latido de mágico placer!
Mariella Bobadilla Pichardo/89
la arboleda de la piel
erguida se despierta,
En la hondura sublime
el sentimiento gime
y la voluntad herida,
jadeante, se desarma.
La sangre compelida
por incontrolable impulso fluye,
y todo es rubor, es palpitar..
en cada palmo o recóndito lugar
Como henchido de si mismo
el corazón se agita, canta,
trémulo de generosidad
se desnuda, se desborda.
Y al fin se rinde ante la calma
con que el alma pretende perpetuar,
en intima reverencia,
cada latido de mágico placer!
Mariella Bobadilla Pichardo/89