miércoles, 16 de diciembre de 2009

CARGAZÓN



Este dolor lacerante
que sin piedad ni contén,
degarra, hiere mi ser,
sumido en interrogantes,
de preguntas sin respuestas, 
de vislumbres que no llegan,
en obscuridad desértica,
hambrienta de ver la luz.

Este tormento intangible
de un incesante pensar,
sin siquiera imaginar,
mucho menos comprender,
porque una divinidad
me otorgo la providencia,
de esta torpe inteligencia
que no entiende el existir.

Limitada cualidad
que lleva al agotamiento,
tras las luchas quijotescas
que desata el pensamiento. 
Cansancio que a tanto afán
de arribar a la conciencia,
le otorga el írrito lauro
de dormirse en la inconciencia.


Mariella Bobadilla Pichardo/96 

SER

Particula soy de la vida
con poder de razonar,
ave libre, fuertes alas
son este don de pensar.

Volar de fuera hacia dentro,
de dentro afuera volar,
porque soy eso, una esencia
que se permite idear.

Volatil chispa que expande
mi cuerpo etéreo mental,
sobrepasa las fronteras
cuando vuelvo a razonar.

A veces creo que es locura
este poder vislumbrar,
percepcion de nuevas formas
que no se pueden tocar.

Efervescencia tan mía
que me obliga a caminar,
espacios no descubiertos,
mundos por analizar.

Pero es tan grato a mi alma
poderme desintegrar,
en enérgicas partículas
de ideas y levedad.

Instinto e impulso de escape
de material realidad,
es el mejor privilegio
con que se puede contar.

Nadar en mis pensamientos,
escurrirme allí y flotar,
estoy segura, no hay nada,
que se pueda comparar!

Evaporar la conciencia
de la materia es llegar,
a lógica de misterios
al concepto, a la verdad!

La creación no surgió
de pesado material,
si no que fue de la idea
expresada en voluntad,
del álito del divino
que es principio y es final.

Pensando yo he descubierto
que esta forma de sentir,
es de la divinidad el latir
en la hondura de mi misma,
enseñándome a volar!

M. Bobadilla Pichardo