jueves, 15 de diciembre de 2016

Dejame

Eres esa incógnita que lastima,
esa braza ardiente que me marca aún,
en la hondura, dolorosamente,
como algo inconcebible.
Crees conocerme y saber quién soy,
pero soy más de lo que tus ojos logran ver,
mucho más de lo que cree conocer tu corazón.
Pasará el tiempo, correrán los días,
no sé si podré esperar tanto
o si moriré de desesperanza esperando por ti.
Pero si por cosas de la vida quieres verme, dímelo,
no reprimas lo que tu corazón conoce,
la verdad que no puede acallar tu mente.
No postergues por temor, la explicación
que nos debemos hace tiempo.
Hablemos con madurez, como amigos,
con el afecto de ayer despojado de reproches.
Si por el contrario, la cobardía no te deja,
si no te permite mirarme a los ojos,
deja entonces que la ausencia y el olvido,
trencen la serenidad de mi sueño
y curen la honda herida que infligiste
con tu incomprensible huida.
Deja que te borren absolutamente y para siempre,
como si nunca hubieras existido,
como si jamás te hubiera conocido!

Mariella Bobadilla Pichardo.

SER

Particula soy de la vida
con poder de razonar,
ave libre, fuertes alas
son este don de pensar.

Volar de fuera hacia dentro,
de dentro afuera volar,
porque soy eso, una esencia
que se permite idear.

Volatil chispa que expande
mi cuerpo etéreo mental,
sobrepasa las fronteras
cuando vuelvo a razonar.

A veces creo que es locura
este poder vislumbrar,
percepcion de nuevas formas
que no se pueden tocar.

Efervescencia tan mía
que me obliga a caminar,
espacios no descubiertos,
mundos por analizar.

Pero es tan grato a mi alma
poderme desintegrar,
en enérgicas partículas
de ideas y levedad.

Instinto e impulso de escape
de material realidad,
es el mejor privilegio
con que se puede contar.

Nadar en mis pensamientos,
escurrirme allí y flotar,
estoy segura, no hay nada,
que se pueda comparar!

Evaporar la conciencia
de la materia es llegar,
a lógica de misterios
al concepto, a la verdad!

La creación no surgió
de pesado material,
si no que fue de la idea
expresada en voluntad,
del álito del divino
que es principio y es final.

Pensando yo he descubierto
que esta forma de sentir,
es de la divinidad el latir
en la hondura de mi misma,
enseñándome a volar!

M. Bobadilla Pichardo