viernes, 30 de diciembre de 2022

Te esperare en el cielo (a cada uno de mis hijos)

Cuando me alcancen los años

y se me estreché el futuro,

cuando mis pasos ya lentos

me susurren que no hay tiempo.


Te miraré intensamente

para no olvidarte nunca.

Te tocare con ternura

para percibirte siempre.


Cuando me alcance ese tiempo,

por sobre mis impedimentos

rogare permiso a Dios

por para amarte un poco más.


Y si me fuere negado

tal pretensión de ventura,

sumisamente me marcharia

para esperarte en el cielo.


En el cielo donde Dios,

conoce nuestros amores,

que construimos ha tiempo

cuando te esperé nueve lunas.


Mariella Bobadilla Pichardo 

Derechos reservados / 2018


miércoles, 28 de diciembre de 2022

A mi almohada

Te mereces más que nadie,

y sin dudarlo un segundo,

la alabanza  de mis musas,

mi admiración más profunda.


Compañera inseparable

de  mis noches de locura,

el hombro robusto y firme

donde recostar las penas. 


Llevas impregnada en ti

la sal de todas mis quitas,

mis insomnios agobiantes

y mis dolores más mustios. 


Pero acumulas también

mis mágicas fantasías, 

mis noches plenas de gozos,

los regocijos del alma.


Tienes el digno designio 

de dar paz al pensamiento,

y el meritorio objetivo

donde apoyar el pensar.


Donde descargar la mente

de este constante buscar,

y reencontrarme a mi misma

para volver a empezar.


Mi gratitud es tan grande

que no encuentro en mi palabras,

que describan con justicia

todo cuanto tú me has dado.


Mariella Bobadilla Pichardo

Derechos Reservados

SER

Particula soy de la vida
con poder de razonar,
ave libre, fuertes alas
son este don de pensar.

Volar de fuera hacia dentro,
de dentro afuera volar,
porque soy eso, una esencia
que se permite idear.

Volatil chispa que expande
mi cuerpo etéreo mental,
sobrepasa las fronteras
cuando vuelvo a razonar.

A veces creo que es locura
este poder vislumbrar,
percepcion de nuevas formas
que no se pueden tocar.

Efervescencia tan mía
que me obliga a caminar,
espacios no descubiertos,
mundos por analizar.

Pero es tan grato a mi alma
poderme desintegrar,
en enérgicas partículas
de ideas y levedad.

Instinto e impulso de escape
de material realidad,
es el mejor privilegio
con que se puede contar.

Nadar en mis pensamientos,
escurrirme allí y flotar,
estoy segura, no hay nada,
que se pueda comparar!

Evaporar la conciencia
de la materia es llegar,
a lógica de misterios
al concepto, a la verdad!

La creación no surgió
de pesado material,
si no que fue de la idea
expresada en voluntad,
del álito del divino
que es principio y es final.

Pensando yo he descubierto
que esta forma de sentir,
es de la divinidad el latir
en la hondura de mi misma,
enseñándome a volar!

M. Bobadilla Pichardo