Con una mirada un beso,
con un beso el corazón,
ese que en gran embeleso
te ofrece todo su amor.
Que sin pedir nada a cambio
te ofrece todo su ardor,
ardor que cuál ola se alza
para morir en tu arena.
Déjame andar tus caminos,
como cosa del destino
como un suave escalofrío
como un ardiente rubor.
Y te daré un arcoíris
las luces del universo,
que alumbrarán tu sendero
en un incendio voraz.
Mariella Bobadilla Pichardo
Derechos Reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario