Eres de mi amor el día,
de mi día eres el sol,
el cascabel de mi vida,
la lumbre de mi pasión.
Sin ti no encuentro yo calma,
se me agita el corazón,
se me aloca la cabeza
Y pierdo toda razón.
Ven pósate aquí en el nido,
ya no me des más dolor,
porque de amor estoy herido,
que solo tu puedes sanar.
Mariella Bobadilla Pichardo/ 2006
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