viernes, 5 de mayo de 2023

 Cuantas veces más
he de caer y levantarme,
cuantas veces más debo asomarme al abismo
sin perder un pedazo de mi misma?


Sin fragmentar en mil pedazos

este florón ardiente y palpitante,

que late en la hondura agonizante

ante el dolor de cada herida.


He cumplido a plenitud con mis valores,

con la enseñanza amorosa recibida,

de mi madre, de mi padre y hasta la escuela,

cada precepto inculcado y admitido.


Sin embargo esta flagelación constante,

y sin piedad en mi infligida,

por una suerte de cosas que no entiendo,

es por una fantasmal mano siniestra.


Siniestra y perniciosa me persigue,

como obstáculo voraz que actúa en mi contra,

contra lo sublime y sutil qué hay en mi alma,

contra la bondadosa fuerza que me mueve.


Entiendo que el vulgo no consiga,

calar la estatura de mis ansias,

por encima de su mezquindad me elevo,

por encima de su mediocridad yo vuelo.


Pero he debido seguir este sendero,

con esta pesada carga impuesta,

más ha predominado el don de mi alma,

ha triunfado en mi la generosidad más elevada.


Mariella Bobadilla Pichardo

Derechos reservados/2000

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SER

Particula soy de la vida
con poder de razonar,
ave libre, fuertes alas
son este don de pensar.

Volar de fuera hacia dentro,
de dentro afuera volar,
porque soy eso, una esencia
que se permite idear.

Volatil chispa que expande
mi cuerpo etéreo mental,
sobrepasa las fronteras
cuando vuelvo a razonar.

A veces creo que es locura
este poder vislumbrar,
percepcion de nuevas formas
que no se pueden tocar.

Efervescencia tan mía
que me obliga a caminar,
espacios no descubiertos,
mundos por analizar.

Pero es tan grato a mi alma
poderme desintegrar,
en enérgicas partículas
de ideas y levedad.

Instinto e impulso de escape
de material realidad,
es el mejor privilegio
con que se puede contar.

Nadar en mis pensamientos,
escurrirme allí y flotar,
estoy segura, no hay nada,
que se pueda comparar!

Evaporar la conciencia
de la materia es llegar,
a lógica de misterios
al concepto, a la verdad!

La creación no surgió
de pesado material,
si no que fue de la idea
expresada en voluntad,
del álito del divino
que es principio y es final.

Pensando yo he descubierto
que esta forma de sentir,
es de la divinidad el latir
en la hondura de mi misma,
enseñándome a volar!

M. Bobadilla Pichardo