Poco aspiro de la vida
un poquito más de ti,
pues hice mi mejor esfuerzo,
con lo que podía entregarte.
Saber que toque tu vida
con mis mejores acciones,
que algo bueno puse en ella,
en mi luchas tempestuosas.
Espero en fin haberte dado,
entregado y sin reservas,
aunque salpicado fuera
por íntimas aflicciones.
Que mis acciones erradas
benevolente las juzgues,
que mis aciertos te endulcen
todo cuanto sin querer falle.
No aspiro ya a nada más,
aspiro tu comprensión,
si es necesario el perdón,
mañana tu evocación.
Mariella Bobadilla Pichardo/2015
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