Llegamos desnudos, con frío y con miedo,
a un mundo complejo, a un mundo hasta hostil,
pero nos arrullan primigenios besos ,
los abrazos tiernos que nos da mamá.
Luego nos abrazan otros brazos suaves,
de uno a otro pasan nobel existir.
Entre carcajadas, entre algarabias,
todos se reúnen para bendecir.
Llegamos al mundo bajo un mismo techo,
traemos la marca de una amante entraña,
Y en esa factura que nos da la vida,
nos funde el designio que nos da la sangre.
Y es ese cariño fecundo y constante,
la oración nocturna, los boches, las pelas,
los que nos moldean para el porvenir,
y encienden la fecunda llama de fraternidad,
Cómplices de juegos y bellaquerías,
de tantos recuerdos, de tantas historias,
fundidos estamos al sueño materno,
ligazón que nada puede destruir.
Mariella Bobadilla Pichardo
Derechos Reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario