sábado, 12 de marzo de 2022

MI CANCIÓN (A mis hijos)


Si yo quisiera expresar

las riquezas de mi vida,

tan solo cantaría a sus vidas 

a sus risas y a su amor.


Le cantaría a la esperanza

me columpiaría en sus besos

en el latir de un té quiero,

en la fuerza de este amor.


Y aunque no exista un mañana

porque se me acaba el alba,

a ustedes dono mi alma

que comprendió el existir.


Donde son sin duda alguna

héroes vivos de mis ansias,

espadas de mis batallas

carrosas de mi latir.


Hermosos héroes que hoy día

me otorgan la lozanía 

de unos brotes infantiles,

que atesora el corazón.


Cinco brotes que sin dudas

llenan mis ramas silentes,

con la rapsodia elocuente

de nidadas de ilusión.


Si yo le canto a la vida,

emocionado mi canto ,

sin pensar y sin medida

se lo ofrendaría a este amor!


Mariella Bobadilla Pichardo

Derechos Reservados.











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SER

Particula soy de la vida
con poder de razonar,
ave libre, fuertes alas
son este don de pensar.

Volar de fuera hacia dentro,
de dentro afuera volar,
porque soy eso, una esencia
que se permite idear.

Volatil chispa que expande
mi cuerpo etéreo mental,
sobrepasa las fronteras
cuando vuelvo a razonar.

A veces creo que es locura
este poder vislumbrar,
percepcion de nuevas formas
que no se pueden tocar.

Efervescencia tan mía
que me obliga a caminar,
espacios no descubiertos,
mundos por analizar.

Pero es tan grato a mi alma
poderme desintegrar,
en enérgicas partículas
de ideas y levedad.

Instinto e impulso de escape
de material realidad,
es el mejor privilegio
con que se puede contar.

Nadar en mis pensamientos,
escurrirme allí y flotar,
estoy segura, no hay nada,
que se pueda comparar!

Evaporar la conciencia
de la materia es llegar,
a lógica de misterios
al concepto, a la verdad!

La creación no surgió
de pesado material,
si no que fue de la idea
expresada en voluntad,
del álito del divino
que es principio y es final.

Pensando yo he descubierto
que esta forma de sentir,
es de la divinidad el latir
en la hondura de mi misma,
enseñándome a volar!

M. Bobadilla Pichardo