Dame con tu mirada
esa señal..
del ardor que traicione
tu postura,
que aún te hago
perder la compostura,
y enciendo la emoción
que en esos labios,
la urgencia de besarme
te provoca!
la ocasión,
que ausente se encontrare
cualquier freno,
y encendida tu sangre
en los deseos
pienses en el sabor
de tantos besos.
Invéntate un segundo
de los dos..
un momento locuaz
de la ternura,
que al amor le consienta
esas locuras,
del delirio fugaz
de la pasión.
No ves que sigo
aquí tan implorante,
de tu místico andar
sobre mi cuerpo,
que solo se consuela
cuando sueña,
que alcanza junto a ti
la paz del cielo!
Mariella Bobadilla Pichardo/1990
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