Tuve una vez firme la carne,
una chispa en la mirada,
y hasta picardía en la mente.
Use hilachas en pantalones,
fui hippie sin pretensiones
e irreverente en mis poses.
Baile completa una fiesta,
tome alcohol con imprudencia,
solo para festejar.
Ávida sorbí los amores,
de diferentes sabores,
que la vida me brindo.
Tres veces se hinchó mi vientre,
y en medio de unos dolores,
tres milagros me encontré.
Hice de mi atuendo el Kaki,
de mi calzado las botas,
y del saludo un ritual.
Puse mis conocimientos
al servicio de enseñar
moviéndome el aportar.
También me vestí de blanco,
use mi mente y mis manos,
para ayudar a sanar.
Torne de mi vida un sueño,
que he cumplido con empeño,
aún hiriéndome el errar.
Hoy que me ha alcanzado el tiempo,
por extraño que parezca,
aún llevo en el alma una fiesta
y alas en el corazón!
Mariella Bobadilla Pichardo
Derechos reservados.2023
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