Me estrechan tus manos,
acarician las mías,
con el calor de siempre,
con la emoción henchida.
Me llevan tus manos,
me conducen, me guían,
por sendas de amores
por caminos certeros.
Por ellos transito segura y serena,
por ellos me adentro sin prisa, sin miedos,
por ellos me agito, por ellos me elevo,
en el puro gozo de sentirme entera.
Tus manos resultan, en clave momento,
turbación tan dulce, las ansias más tiernas,
la emoción más pura, el placer más pleno.
plenitud de amores, plétora del cielo.
Mariella Bobadilla Pichardo.
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