miércoles, 22 de mayo de 2013

A MARIE (Mi hija menor)


Cuando supe que venias
me sobrecogio la angustia,
no era el momento mejor
poco restaba para concluir
aquella empresa de estudiar,
lejos de casa, de las cosas queridas,
de tanto amor sacrificado,
de emociones amordazadas,
en aquella tierra, ya no tan extraña.
Me embargo la terrible sensación
de un esfuerzo perdido,
como naipes que caían,
soplados por el viento,
de una mala racha.

Tan desorientada estaba,
a merced de un destino
traicionero y burlón..
Llame a mi madre, asustada,
y en la distancia oí aquella voz amada
que trémula y emocionada,
como sentencia justa dijo:
!Un hijo siempre es una bendición!
y llore, no por ti, si no por mi,
avergonzada ante mi pequeñez.
Ah! Que sabias son las mamas Viejas!
y un día pensando en ti,
que crecías anónima en mi vientre,
rompiendo mi silencio dije a tu padre,
es mujer y se llamara como mi madre.

Inesperadamente apareciste un día,
el deseo de conocernos
corto la espera, a ocho lunas y algo mas,
allí estabas rendida en mis brazos,
aferrada de mi mano
tu manita dulce, tu manita tierna,
humildemente solicita de protección,
recordé la distancia y la sentencia materna
y fui bendita, bendita, bendita por ti.
Mas arrastrando de nuevo el equipaje,
desbordadas las Fuentes de mi ojos,
despedí en ti mi Corazón sangrante,
en los brazos de mi bien mas puro,
de mi bien mas sagrado.

La distancia cruel dono el olvido
de mi abrazo primario,
el contacto de mi mano
se esfumo en el tiempo.
Volver por ti la empresa cierta,
y desde entonces, me has hecho tan feliz,
con esa humilde paciencia,
con esa amorosa suavidad del alma,
con esa tolerancia inenarrable
a mis defectos más tristes,
a mis carencias más altas,
como un ramo en flor
siempre en tu boca.

Hoy al verte te confieso
henchido el corazón de orgullo,
cuanto don de Dios
sembrado en ti germina,
y me pregunto, como he merecido yo
tanto cielo aquí en la tierra!
Que no me equivoque
en aquella mañana Mexicana,
que decidí como llamarte,
como si intuyera en la hondura
sublime tu misión divina,
perpetuar para mí no solo el nombre,
si no la eterna figura de mi madre!

Mariella Bobadilla Pichardo.

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SER

Particula soy de la vida
con poder de razonar,
ave libre, fuertes alas
son este don de pensar.

Volar de fuera hacia dentro,
de dentro afuera volar,
porque soy eso, una esencia
que se permite idear.

Volatil chispa que expande
mi cuerpo etéreo mental,
sobrepasa las fronteras
cuando vuelvo a razonar.

A veces creo que es locura
este poder vislumbrar,
percepcion de nuevas formas
que no se pueden tocar.

Efervescencia tan mía
que me obliga a caminar,
espacios no descubiertos,
mundos por analizar.

Pero es tan grato a mi alma
poderme desintegrar,
en enérgicas partículas
de ideas y levedad.

Instinto e impulso de escape
de material realidad,
es el mejor privilegio
con que se puede contar.

Nadar en mis pensamientos,
escurrirme allí y flotar,
estoy segura, no hay nada,
que se pueda comparar!

Evaporar la conciencia
de la materia es llegar,
a lógica de misterios
al concepto, a la verdad!

La creación no surgió
de pesado material,
si no que fue de la idea
expresada en voluntad,
del álito del divino
que es principio y es final.

Pensando yo he descubierto
que esta forma de sentir,
es de la divinidad el latir
en la hondura de mi misma,
enseñándome a volar!

M. Bobadilla Pichardo